Comprar un inmueble es una inversión a largo plazo, y el entusiasmo de encontrar el “lugar perfecto” a veces nubla nuestro juicio al momento de tomar una decisión. Una visita al inmueble no debe ser un simple paseo turístico; es tu primera oportunidad para actuar como un detective, buscando pistas que te revelen el verdadero estado y potencial de la propiedad.
Prestar atención a los detalles correctos puede ahorrarte miles de pesos y muchos dolores de cabeza en el futuro. Así que, más allá de la estética y la decoración, ¿qué es lo que realmente debes revisar con lupa?
1. La estructura
Este es el punto más crítico. Los problemas estructurales son los más costosos de reparar.
- Grietas: Observa paredes (interiores y exteriores), techos y pisos. Pequeñas grietas superficiales en el yeso suelen ser cosméticas, pero grietas amplias, en zigzag, horizontales o que se extienden desde marcos de puertas y ventanas pueden indicar problemas estructurales serios.
- Humedad y filtraciones: Busca manchas de humedad, moho, pintura descascarada o burbujeante, o un olor a humedad persistente. Revisa especialmente en sótanos, cerca de tuberías, bajo ventanas y en las esquinas de los techos.
- Niveles y desniveles: Camina por los pisos. ¿Se sienten firmes o notas algún hundimiento o desnivel? Esto podría indicar problemas en la cimentación o en las vigas.
2. El techo
Un techo en mal estado puede ser una fuente constante de problemas. ¿Qué debes inspeccionar?
- Material del techo: ¿Cuál es su estado general? ¿Hay tejas o láminas rotas, faltantes o desplazadas?
- Impermeabilización: Busca signos de parches o reparaciones previas. Las uniones y los puntos donde el techo se encuentra con paredes o chimeneas son zonas comunes de filtración.
- Canalones: ¿Están libres de hojas y escombros? ¿Presentan signos de oxidación o fugas? Su correcto funcionamiento es fundamental para alejar el agua de la cimentación.
- Desde el interior: Revisa el cielo raso en busca de manchas de agua, especialmente después de lluvias, que indicarían filtraciones.
3. Instalaciones eléctricas
Un sistema eléctrico obsoleto o defectuoso no solo es ineficiente, sino que representa un grave riesgo de incendio.
- Antigüedad: Si el inmueble es antiguo, pregunta por la última vez que se actualizó el sistema eléctrico. Busca cables expuestos, enchufes sobrecargados o quemados.
- Tablero eléctrico: Debe ser moderno, con interruptores automáticos (no fusibles antiguos) y capacidad suficiente para las necesidades actuales (electrónica, electrodomésticos). ¿Está etiquetado claramente?
- Funcionamiento: Prueba algunos interruptores y enchufes en diferentes habitaciones. ¿Las luces parpadean? ¿Hay zumbidos extraños?
4. Instalaciones hidráulicas y sanitarias
- Presión de agua: Abre todos los grifos (agua fría y caliente) en baños y cocina al mismo tiempo. ¿La presión disminuye drásticamente? Esto podría indicar problemas en las tuberías o baja presión en la zona.
- Fugas visibles: Revisa debajo de los fregaderos, detrás de los inodoros y alrededor de calentadores de agua. Busca manchas de humedad, óxido o goteos.
- Drenajes: Tira de la cadena del inodoro y abre los grifos para ver cómo drenan. ¿Hay sonidos extraños o lentitud en el drenaje?
- Calentador de agua: Averigua su edad. La vida útil de un calentador de agua es limitada (generalmente 8-12 años).
5. Pisos, paredes, puertas, ventanas y acabados
Aunque son estéticos, pueden revelar problemas subyacentes.
- Observa el desgaste, daños en pisos, paredes y alfombras.
- Si la pintura es muy reciente, podría estar ocultando algo. Busca burbujas o descascaramiento que indicarían humedad.
- Abre y cierra varias veces puertas y ventanas. ¿Se traban? ¿Hay signos de corrientes de aire? Revisa el estado de los marcos, herrajes y cristales.
- Verifica que las puertas y cajones de armarios y gabinetes abran y cierren correctamente, que no haya humedad ni olores extraños.
6. Ventilación e iluminación
- Evalúa cuánta luz natural recibe cada espacio y a qué horas del día. Esto influye en el ambiente y en el consumo de energía.
- Abre ventanas para ver si hay buena ventilación cruzada, importante para evitar la humedad y mantener un ambiente fresco.
7. El vecindario y el entorno
- Nivel de ruido: ¿Hay tráfico constante, negocios ruidosos, escuelas o construcciones cercanas?
- Accesibilidad y servicios: ¿Está cerca de transporte público, comercios, escuelas, hospitales, parques?
- Seguridad: Evalúa la percepción general de seguridad de la zona. Visita el área en diferentes momentos del día.
Recuerda, tu ojo crítico es importante, pero no reemplaza la experiencia de un profesional. Si la visita te genera interés serio, el siguiente paso indispensable es contratar a un profesionista para una inspección más profunda y detallada, pues podrá detectar problemas estructurales, eléctricos o de plomería que no son evidentes a simple vista.
Comprar un inmueble es una de las inversiones más significativas. Realizar una visita exhaustiva y, sobre todo, buscar el asesoramiento de profesionales calificados, te dará la tranquilidad y la confianza para tomar la mejor decisión.
