¿Alguna vez te has preguntado cómo se determina el destino de un terreno y por qué algunos lugares son residenciales, mientras que otros se utilizan para fines comerciales o industriales? La respuesta está en el concepto de “uso de suelo”.
En la entrega de hoy, te hablaré de los diferentes usos de suelo que un terreno puede tener y cómo estas designaciones pueden afectar su potencial y valor. Empecemos por lo básico:
¿Qué es el “uso de suelo”?
El uso de suelo es una designación que establece el propósito o función principal que se le permite a una parcela de tierra en función de las regulaciones urbanísticas y la zonificación establecidas por las autoridades locales. Estas designaciones se crean para garantizar un desarrollo urbano ordenado y eficiente, así como para proteger la calidad de vida de los residentes.
Cuáles son los diferentes usos de suelo
Residencial: Los terrenos designados para uso residencial son destinados principalmente para viviendas. Esto puede incluir áreas de viviendas unifamiliares (casas), viviendas multifamiliares (edificios de departamentos), condominios y más. Las regulaciones de zonificación pueden variar según la densidad de población permitida, la altura de los edificios y otros factores.
Comercial: Los terrenos destinados a uso comercial se utilizan para negocios, tiendas, oficinas y servicios. Pueden ser áreas de alto tráfico peatonal y vehicular y a menudo están ubicados en zonas céntricas o en áreas comerciales designadas.
Industrial: Los terrenos industriales son utilizados para la fabricación, el procesamiento y el almacenamiento de bienes. Pueden variar desde parques industriales con fábricas hasta almacenes y zonas de distribución. Las regulaciones pueden incluir restricciones sobre emisiones, ruido y accesibilidad.
Agrícola: Los terrenos agrícolas se utilizan para la producción de cultivos y la cría de animales. Pueden incluir granjas, ranchos y tierras de cultivo. Las regulaciones a menudo se centran en la conservación de la tierra y la protección del entorno agrícola.
Recreativo: Estos terrenos se destinan a instalaciones y áreas de entretenimiento y recreación, como parques, campos deportivos, áreas de picnic y centros de recreación. Su propósito principal es proporcionar espacios para el esparcimiento y la actividad física.
Mixto: Algunas zonas pueden designarse como “uso de suelo mixto”, lo que permite una combinación de diferentes usos, como residencial y comercial, lo que fomenta la creación de comunidades donde las personas pueden vivir, trabajar y disfrutar del ocio en un mismo lugar.
Equipamiento: Los terrenos que se utilizan para escuelas, hospitales, iglesias y otros fines institucionales o religiosos. Las regulaciones pueden enfocarse en la seguridad y el acceso público.
Infraestructura: Este uso de suelo contempla las obras públicas e instalaciones que brindan servicios básicos a la población, como carreteras, puentes, puertos y aeropuertos.
Conservación: Estos terrenos se destinan a la protección del medio ambiente y la conservación de recursos naturales. Pueden incluir áreas reservas naturales y parques nacionales.
Si estás interesado en adquirir un terreno, es esencial que conozcas su tipo de uso de suelo, de esta manera tendrás claro cuál es su potencial y las restricciones que podrías enfrentar para desarrollar tu proyecto. Además, debes considerar que el tipo de uso de suelo también puede afectar el valor de una propiedad.