Qué debes revisar al momento de la entrega‐recepción de una vivienda

Recibir las llaves de tu nueva casa es un momento significativo, que en muchos casos representa la culminación de esfuerzos y decisiones que te han llevado a la adquisición de tu hogar. 

Para asegurar que esta experiencia sea tan positiva como imaginaste, es necesario llevar a cabo una revisión exhaustiva antes de dar por finalizado el proceso de entrega-recepción.

La revisión abarca una serie de aspectos clave para garantizar la integridad de la propiedad y tu satisfacción como nuevo propietario, desde identificar posibles problemas que requieran atención inmediata hasta confirmar que recibes lo acordado en el contrato. Esta guía te ayudará a revisar que todo esté en orden.

Documentación legal:

Antes de iniciar el proceso físico de entrega-recepción, revisa meticulosamente toda la documentación legal. Esto incluye el contrato de compraventa, escrituras de propiedad, registros de impuestos y cualquier otro documento relacionado con la transacción. Verifica que toda la información sea precisa y esté en orden.

Planos y especificaciones:

Compara los planos y las especificaciones acordadas durante la compra con el estado actual de la propiedad. Asegúrate de que todo se haya construido según lo acordado y que no haya desviaciones importantes. Verifica que el inmueble que recibes corresponda al establecido en el contrato.

Estado general de la vivienda: 

Antes de aceptar la propiedad, realiza una inspección minuciosa del estado general de la vivienda. Inspecciona paredes, suelos, techos, ventanas y puertas en busca de posibles daños, grietas o defectos. Presta especial atención a los acabados y cualquier área que haya sido objeto de reparaciones o renovaciones.  Asegúrate de que el inmueble esté en las condiciones acordadas.

Cumplimiento de acuerdos previos:

Asegúrate de que todas las modificaciones o acuerdos especiales pactados previamente se hayan llevado a cabo según lo acordado. Esto podría incluir reparaciones específicas, la inclusión de ciertos accesorios o cualquier cambio que haya sido acordado entre ambas partes.

Instalaciones eléctricas y plomería

Verifica que todas las instalaciones eléctricas y de plomería estén funcionando correctamente. Prueba interruptores, enchufes, grifos y asegúrate de que no haya fugas ni problemas de cableado. Es fundamental que todas las conexiones cumplan con los estándares de seguridad.

Áreas comunes y exteriores:

No te limites a la vivienda en sí; también revisa el entorno. Examina el estado de las áreas comunes, si las hay, y verifica que los servicios públicos, como el suministro de agua y la recogida de basura, estén operativos. Observa también las condiciones de las calles y el acceso a la propiedad.

Elementos de seguridad:

Confirma que todos los elementos de seguridad estén en su lugar y funcionando correctamente. Esto incluye cerraduras de puertas y ventanas, sistemas de alarma, extintores de incendios y detectores de humo.

Pintura y acabados:

Examina la pintura y los acabados de todas las áreas de la casa. Busca posibles manchas, irregularidades en la pintura, o áreas donde se necesite retoque. Además, verifica que los acabados, como pisos y revestimientos, estén instalados correctamente y en buen estado.

Pruebas de funcionamiento:

Asegúrate de que todos los sistemas y equipamientos de la casa estén en pleno funcionamiento. Esto incluye electrodomésticos, sistemas de calefacción y refrigeración y cualquier otro dispositivo o equipo que forme parte de la propiedad. Enciende, apaga y prueba cada elemento para garantizar su operatividad.

Cláusulas de garantía:

Asegúrate de revisar las cláusulas de garantía incluidas en el contrato de compraventa. Esto puede incluir garantías sobre la estructura, sistemas de la vivienda y otros aspectos específicos. Entiende los términos y condiciones de estas garantías para saber cómo proceder en caso de problemas futuros.

Registro de cambios y defectos:

Durante la revisión, documenta cualquier cambio necesario o defecto que encuentres. Verifica que estos se registren formalmente y que haya un acuerdo sobre cómo y cuándo serán corregidos.

Firmar el acta de recepción:

Una vez que hayas completado todas las revisiones y estés satisfecho con el estado de la propiedad, procede a firmar el acta de recepción. Este documento formaliza la entrega de la vivienda y marca el inicio oficial de tu posesión. Asegúrate de comprender cada cláusula y de tener copias para tus registros personales.

Toma el tiempo que necesites para inspeccionar cada detalle, pues es un proceso que te garantizará recibir lo que compraste. Una entrega-recepción cuidadosa es la clave para que esta inversión importante te brinde la seguridad y comodidad que buscas.

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